martes, 24 de julio de 2007

Llueve sobre mojado

Entre la noche de ayer, y un rato de hoy, tenia preparada una entrada, la cual iba a publicar esta noche, echandole un último retoque. Decía tal que así:

Una realidad, una ilusión, un sueño: el Tour


Muchos os preguntareis el porque un aficionado al ciclismo, el cual posee un blog que actualiza de una manera más o menos constante desde finales de Marzo, no había publicado nada en estas fechas del año, justo en el momento en que se corre la carrera ciclista por excelencia, el Tour de Francia. Tiene una sencilla explicación, que os comentó a continuación.

Lllevamos desde unos 15 o 20 años atrás hasta la fecha, viviendo Tours que, desgraciadamente, nos guste o no, estaban dominados por robots. Desde la época de Indurain, pasando por los Rijs, Ullrich, Pantani, y terminando con Armstrong, han sido Tours en los cuales, los ganadores, están en una tela de juicio, cuanto menos, delicada. Ya no hablamos de Landis el ganador del año pasado. Fueron Tours difíciles de creer, en los cuales, los vencedores parecían productos de laboratorio antes que humanos. El año pasado ya empezamos a vivir las excepciones de este grupo de ciclistas, aunque Landis se encargó de empañarlo al final. El motivo de no haber escrito en todo el Tour, era porque quería ponerme una prueba de fuego, y quería ver si era capaz de creerme lo que estaba viendo, si era capaz de creerme la carrera.

El primer envite me dejó una pequeña duda. Cancellara, cual cohete de la NASA, fulminó a todos en la crono de Londres. Unicamente Kloden, uno de los máximos favoritos, fue capaz de hacerle sombra. El resto, a un mundo del suizo. Si bien es aceptable, porque todos conocemos el potencial de Cancellara para rodar. Con la tónica de los primeros sprints en Gran Bretaña y Bélgica (donde se cumple la lógica, McEwen siempre da primero, y el siguiente en teoría es Boonen, pero tuvo un compañero mejor), llegamos a Compiegne, mítica ciudad salida del Infierno del Norte, la París Roubaix. Y el adoquín es terreno del cohete suizo. Sin levantarse del sillín, se puso en cabeza del pelotón a un kilómetro de meta, encendió la locomotora, y ganó en meta. Ver para creer. Un kilometro a más velocidad que un pelotón sprintando, y sin levantarse, unicamente para celebrar la victoria. Digno de todos los elogios, y dejando a la vista una gesta, que un servidor (que no se cansó de aplaudir) no recordaba. Siguiente sprint para Hushovd, y llegamos al día de Autun. Una etapa ratonera, en la cual hubo muchas caidas. Los más perjudicados, los Astana, con Kloden y Vinokourov malheridos, este último perdiendo tiempo en meta. Pero ambos son los más y mejores sufridores del pelotón. Ninguno de los dos estaba muerto. La etapa fue para Pozzatto, demostrando el porque los italianos son más listos que nosotros. Siguiente sprint para Boonen, y llegabamos a la montaña.

La montaña es la fase clave para creerte lo que estás viendo. Primer día, con final en Le Grand Bornard. La lógica dice que llegará una fuga. Así fue. Gana Gerdemann, un joven alemán que apunta mucho. Entre los favoritos no hay diferencias. Nadie ataca a Vinokourov y puede solventar el día. Lógico por otra parte, la gente tiene miedo al principio. Al día siguiente, llegada a Tignes. Empieza la etapa, se producen fugas, y en una de ellas se mete Rasmussen. Ya tenemos ganador de etapa, pienso. Acierto. Gana Rasmussen, y se pone de amarillo. Por detrás, y ante la insistencia de Moureau, Vinokourov cede. Kloden con él. El resto más o menos desperdigados, con Mayo sobresaliendo y Contador haciendo de las suyas, a pesar de un pinchazo a 3 de meta. Todo creible, me gusta este tour. Jornada de descanso (con el peligro que suele conllevar) y llegada a Briançon. Dos colosos alpinos por medio (Iseran y Galibier) pero a mucho de meta. Pienso en la fuga, y en pocas diferencias entre los favoritos. Gana el colombiano Soler (fugado) y Contador empieza a dinamitar la carrera. Vinokourov vuelve a ceder (gesto caracteristico suyo en las grandes vueltas). Nueva gente con él, como su compatriota Kashechkin o Pereiro. Kloden, dolorido, delante. Me sigue gustando el Tour, ritmo fuerte en Galibier, y ceden los que tienen que ceder. Todo muy creible. Un nuevo bloque antes de afrontar la crono y los Pirineos, con 3 etapas de transación. Gana Vasseur (10 años después) en fuga en Marsella, gana Hunter (primera victoria de la historia de un corredor africano en el Tour) en Montpellier, después de los abanicos formados por Astana (made in Saiz), que eliminan a Moureau, y donde vimos de nuevo al cohete suizo, sprintando sentado, para hacer segundo. Para Boonen la tercera etapa de transición.

Y llegamos a la crono y a la montaña decisiva. La crono de Albi es dura, aunque no preveo muchas diferencias. Cuanto me equivoco. Vinokourov, resucitado, hace otra de las suyas, de las del serrucho (hoy hundido, mañana el mejor). Vuela en la crono, y mete diferencias espectaculares, las cuales le aupan a los 10 primeros de la general, y a 5 minutos del liderato. Valverde se hunde (pierde 6 minutos con el kazajo), Rasmussen le dobla, en la crono de su vida, y Evans y Kloden presentan su candidatura a la ronda. Corredores feos para el espectador, pero seguros en sus quehaceres. Primera etapa pirenaica, con final en Plateau de Beille, cima donde anteriormente solo habian ganado Pantani y Arsmtrong, este por partida doble. Fuga compuesta por españoles, que hay que dejarse ver cerca de la tierra. En el penultimo puerto de la jornada, el duro Pailheres, Vinokourov vuelve al serrucho, y cede con cara de de ir fundido. Subiendo Plateau de Beille, los gregarios (más de lujo que nunca) ponen ritmos infernales. Entre Popovych y Boogerd dejad el grupo de favoritos en 10 unidades (Valverde ya quedado) contandose a ambos. Ellos dos más Rasmussen, Contador, Evans, Kloden, Sastre, Soler, Kashechkin y Leipheimer. Boogerd pone un puntito más y los dos Astana ceden. Emulando los tiempos en los que Rubiera o Landis dejaban el grupo en 5 o 6 unidades (ya que Heras lo dejaba en 3 contandose a él). Poco creible, pero bueno, el nivel tampoco es que sea alarmante. Contador ataca y Boogerd sucumbe. Solo le pueden seguir Rasmussen y un muy tenaz Evans. Tan tenaz que al tercer ataque del madrileño, el australiano se hunde, para acabar la etapa entrando con Kloden. Contador vence el sprint por la victoria a Rasmussen (después de una discusión por colaborar), Sastre le hace la subida a Leipheimer y Soler, y Kloden y Evans entran de la mano. Todo parece un mano a mano entre los dos mejores escaladores de la prueba. La siguiente etapa, y antes del dia de descanso en que nos encontramos, se llega a Loudenvielle, con el Peyresourde como última dificultad. Preveo fuga y ninguna diferencia entre los favoritos. Efectivamente gana la fuga, y gana Vino, en otra demostración más de su famoso serrucho. Es un heroe para muchos, y aplaudido por otros, entre los que se encuentra un servidor. Un servidor que aplaude su tenacidad y sus ganas. Contador da un recital, y solo se lleva a rueda a un Rasmussen que se defiende como gato panza arriba. Llegan juntos a meta, el resto de favoritos (con Valverde mejor) a un minuto escaso.

Y aquí es cuando me paro a hacer el balance. Me gusta este Tour. Salvando Vinokourov y Fabian Cancellara, lo demás me parece bastante creible. Nada de robots de la década pasada y primera mitad de esta. Asi mola. Los dos mejores escaladores mano a mano. Los dos mejores contrarrelojistas de la general en su sitio, y entrando casi siempre juntos. A Alejandro que se largo y duro el Tour, es un novato a fin de cuentas. Sastre con su regularidad, pero no da para más de un 5º puesto. Leipheimer a la par de Evans y Kloden. Y el resto en su sitio. Todo muy muy creible. Quedan resquicios de dudas, como el positivo de Sinkewitz, la huida a varios controles de su federación del líder danés Rasmussen, y la eterna duda del nombre de Contador escrito excepcionalmente legible en el sumario de la Operación Puerto. Curiosamente los dos primeros. Los medios alemanes han dejado de retransmitir la carrera. Y cargan contra los dos primeros y mejores escaladores. Recuerdan los no-controles de Rasmussen, y las míticas siglas que aparecían en la Operación Puerto, AC. Pero, a pesar de eso, me gusta el Tour. Muy creible. 20 días sin escribir para darme cuenta de que puedo ver ciclismo creyéndome lo que veo, en donde, salvo matices y pinceladas, todo es bastante real. Queda la etapa reina, con Larrau y Aubisque, y la crono del sábado. Y todo por decidir. Por fin veo en esta carrera una realidad. Por fin veo en esta carrera una ilusión de ver ciclismo. Por fin vivo un sueño, en donde la competición es creible. Es el Tour, una realidad, una ilusión, un sueño.

Xaby



Así rezaba la entrada que tenía prevista para hoy, y la cual reflejó muy bien mi sentimiento hacia la carrera y lo que estaba viendo en ella. Hoy se ha anunciado el positivo de Vinokourov por transfusión sanguinea, la misma técnica por la que sancionaron a Tyler Hamilton y Santi Perez en 2004. La misma técnica que usaba Eufemiano con su clientela. No me sorprende. El serrucho de Vinokourov deja siempre muchas dudas acerca de su inocencia. Ahora no me quedan ya. Era, junto a Cancellara, lo más raro que se veía en carrera, si bien la mentalidad de Vino dejaba cuanto menos algun resquicio para la esperanza. ¿Que es lo peor? Pues que se ha hinchado la boca de anunciar su valia, y que se lamentó el año pasado de no poder salir, cosa que ahora, se ha demostrado que fue justa (al igual que con Ullrich, Basso, etc). Esas cosas son de las peores de este deporte, gente como Vino o Pereiro que se llenan la boca muchas veces, para después demostrar una hipocresia lamentable. En eso Valverde (por poner un ejemplo de alguien muy criticado en este rincón) por lo menos es bueno. El positivo de Vino ha llevado al equipo Astana a abandonar la carrera. Una decisión, por mi parte, inaceptable. Se rumorea que el equipo puede desaparecer ya mismo. Me es indiferente, por la estructura del mismo. Me molesta por los ciclistas. Muchos no tienen culpa de haber acabado en un equipo, que surgió después del bochorno de Liberty, pero que seguía los mismo derroteros. Aunque quizá si tienen culpa, eso nunca lo sabremos. El ciclismo vive una situación difícil. Una situación en la cual, a un seguidor de este deporte, le cuesta explicar a su entorno menos entendido, lo dificil que lo tienen los corredores. Y cada vez cuesta más, porque son ellos mismos los que nos lo ponen más difícil. Vinokouov ha desatado una tormenta. Una tormenta que va a traer mucha lluvia. Pero lo peor de todo es que, una vez más, vuelve a llover sobre mojado.

Xaby

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿te crees a Rasmussen?

Yo intuía que en la montaña sería muy dificil soltarlo. Kloden, Evans, Levi, Valverde... no los veía capaces de soltar al "pollo" (cierto que no contaba con Contador).

A lo que voy, Lo realmente, extraño, lo que por más que lo pienso no me encaja... es la crono doblando a Valverde. Yo calculaba que entre las dos cronos largas al Pollo le caerían del orden de 7 minutos... pero ni mucho menos.

Antes del Tour si alguien me dice: "en la última crono se juegan el Tour Contador y Rasmussen, el danés le saca 2'30 al español"... joder, hubiera pensado que el Alberto tenía casi ganado el Tour... Pero ahora resulta que el Pollo es un torpedo en las cronos... ver para creer.

Sergio dijo...

Bienvuelto

Anónimo dijo...

Hoy en dia parece que no se salva nadie, ni siquiera los equipos franceses que presumen de tanta limpieza y se ponen a hacer sentadas... ahora dirán que de Moreni no sabian nada claro. Y lo de Mancebo y Lavenue ver para creer...

Quizás ha llegado el momento de parar un año la competición para que la gente reflexione y se limpie el ciclismo, aunque visto lo visto, siempre quedará algo sucio.

Anónimo dijo...

Mi comentario fue antes de la etapa del Aubisque...